
Como cualquier proceso de diseño la asesoría de imagen conlleva unas pautas de acción. Es por dónde se empieza.
El primer paso es:
IDENTIFICAR LA NECESIDAD
Aunque en principio no suele ser la parte más complicada, suele ser en muchas ocasiones “superficial”. Todos vemos a diario en programas de televisión, personas que, digamos, son guapas, modernas, visten a la última y resultan de un atractivo envidiable. Hasta que “abren la boca”. Estos personajes son imitados con facilidad creándonos una imagen, probablemente, acorde a esa pretendida belleza. Pero el éxito (me refiero a algo duradero e identificable) llegará en un nivel más alto: el de la comunicación. Por tanto, estaríamos hablando de belleza conseguida, pero habilidades sociales y comunicativas nulas. Sería una necesidad para completar, modificar o crear.
Si tuviésemos que señalar alguna de estas necesidades podríamos tener algo parecido a esta:
- Necesidad de belleza
- Necesidad de comunicación
- Necesidad de usos sociales adecuados
- Habilidades sociales
- Proyección personal
- Destacar
- Pasar desapercibido
- “Venderse” adecuadamente
- Imagen pública adecuada
- Obtención de un estilo propio
- Proyección de valores y cualidades
- Encajar en el entorno
- Etc.
Los asesores de imagen disponen de herramientas para averiguar las necesidades reales de los clientes. Esta herramienta tiene como “efecto secundario” que ayuda a terminar de conocerse uno a si mismo.
En un segundo término tendríamos que:
CREAR LA IDEA GENERAL. EL “BOCETO” DE DISEÑO.
A través de plantillas, formularios e identificación de lo que sirve y lo que hay que cambiar, se establece un “boceto” que abarca todas las propuestas que se van a presentar. En todos los aspectos de la imagen o en los solicitados. Incluye las correcciones visuales necesarias y las de imagen interna.
La presentación al cliente y su posterior aprobación nos lleva al tercer paso:
LA PRODUCCIÓN EJECUTIVA
Dicho de otro modo: se comienzan a realizar sobre el cliente todos los procesos:
- Cabello
- Estética
- Shopping
- Complementos
- Entrenamientos de comunicación
- Entrenamientos de usos sociales
- Entrenamientos de actitudes en general
Aún se puede establecer un cuarto protocolo que sería:
VERIFICACIÓN DEL ESTADO Y CONSECUCIÓN DE OBJETIVOS
Comprobar que los resultados son los planificados.
Este último proceso indica también el nivel de satisfacción del cliente y las posibles rectificaciones para, en caso necesario, volver a cualquiera de los pasos anteriores.